Hace algo más de un año, el 7 de junio, Santi Campos y sus secuaces, Herederos, presentaban La Alegría. Un nuevo disco, o mejor dicho dos, que nos ofrecían la visión de un luchador del mundo, enfrentado a lo que le rodea con vocación de dar la pelea, comprender y hacerse comprender, asumiendo e imponiendo, explicando y reflexionando.
Un disco que en una época donde la música ha pasado a consumirse de una forma más rápida, se antojaba mucho más valiente de lo que quizás hubiéramos podido esperar. Dos discos complementarios con cuatro capítulos temáticos de cinco canciones cada uno bajo los títulos de La Alegría vol.1 y La Alegría vol.2.]
- Capítulo 1. Una educación católica. Habla de la infancia, de la adolescencia, de la educación y sus consecuencias. Este capítulo, como el resto de La Alegría no es estrictamente autobiográfico, aunque tampoco todo lo contrario.
- Capítulo 2. El viaje. Es el capítulo más social, y habla de viajar, de ciudades y los que las habitan.
- Capítulo 3. Polizones. Sobre las relaciones afectivas, sobre la necesidad que tenemos de vernos en la mirada de los otros. En definitiva, habla del amor de todo tipo, también del amor propio.
- Capítulo 4. Casi un milagro. Sobre el paso del tiempo, el éxito, la frustración, la vejez y la muerte. En cuanto a las letras, he intentado que cada canción funcione como ente independiente, pero que también sea parte de un mensaje general, La Alegría como posicionamiento vital basado en la búsqueda de la bondad, sin dejar de lado el humor (blanco y negro), la mala leche ni la protesta.
Si no os habíais dado cuenta antes, con esto seguro que os habéis dado cuenta de que Santi Campos no es un músico al uso, es uno de esos rara avis, de los que cada vez quedan menos, hace lo que le apetece ajeno a normatismos comerciales y si es necesario, se lanza a la piscina. Que haya agua o no debajo, ya depende de la acogida del público. Por suerte, en este caso, sí hubo agua, él mismo cuenta que:
La Alegría fue un órdago, fue decirle al mundo que estábamos aquí y que sabíamos hacer eso.
Gracias a este disco una buena cantidad de aficionados a la música entraron en nuestra atmósfera, con el que recibimos, además, un respeto distinto de parte de muchos músicos a los que admiramos. Y de ahí surge esta idea.
Tras cuidar tanto su última entrega, Santi campos & Herederos han decidido que estos veinte temas necesitaban tener más vida y no hay mejor forma para hacerlo que revisarlas junto a algunos artistas que admiran. Pero no esperéis versiones o duetos, la idea es la siguiente:
Hemos hecho una lista de artistas a los que admiramos y les hemos pedido que hagan una relectura de su canción favorita del disco, no se trata necesariamente de hacer duetos, sino de que el músico en cuestión haga lo que le plazca con su canción elegida, partiendo –aunque no necesariamente- de la música original.
Publicaremos aproximadamente una colaboración al mes, sin desvelar qué artistas están en la lista, para así hacer la espera más excitante.
El primero de la lista es Yuri Méndez, el hombre que se esconde detrás de Pájaro Sunrise, quien revisa ‘Tatuaje’ manteniendo la línea del tema original. El tema llega acompañado por un vídeo, protagonizado por Joel García y Elmo Extremera, que es una revisión del que originalmente acompañó a la canción, hecho por Benja Villegas.
La segunda «colaboración» ha hecho que me explote la cabeza y no sólo por la participación de Jero Romero, es que el resultado final me ha causado adicción, llegando a olvidar, por un momento, de la original. El de Toledo ha reinterpretado ‘Los Torpes’ como mejor sabe, llevándosela a su terreno, dotándola de esa sensibilidad que pone en todo lo que toca y convirtiéndola, como ha dicho Santi, en un «himno para susurrar».
Desde luego no sé si este par son torpes o no, lo que está claro es que, como dice la canción, no son como los demás.
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Colectivo de Raro Propósito 